martes, 27 de marzo de 2012

Un día menos



Para una gorda como yo no hay peor binomio que sofá más novio.


Rectifico.


Para una gorda como yo no hay peor binomio que novio cocinero más sofá. Pongámonos en antecedentes, siempre he sido una torpe en la cocina. Para mi cocinar era combinar bolsas de comidas en un plato por lo que no hay más explicación de haber caido en las fauces de la atracción de los polos opuestos.

Puedo enumerar mas de 1000 planes atractivos antes de cocinar una empanada a eso de las diez de la noche y eso es lo que hizo (y no los 1000 planes) el bendito. A las peores horas y cuando el organismo está tan ralentizado, que hasta tomar agua te engorda.


Probé un bocado, lo que equivale a 2000 calorías teniendo en cuenta el relleno (huevo duro, chorizo, lomo, tomate..) y de pronto me vino a la mente mi cometido. Los putos 13 kilos que llevo sobre mi como alma pena. Así que domé mi ansía (porque yo no tengo hambre, tengo aaaaansia) y me quedé apoltronada en el sofá viendo como las velas de vainilla no podían contrarrestar el olor a chorizo que impregnaba en el ambiente.


He superado un día. Y aún no me he pesado.


Mañana tal vez lo haga.

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